Hoy dejaré aquí una muestra de mis fotos en ese momento en que el día nos deja su mejor regalo, el ocaso, algo mágico e impredecible que siempre me llena de gozo y plenitud.
Ojalá mi cámara haya podido captar esos momentos.
Este álbum quiero dedicarlo a un amigo de Gran Canaria que siempre me deleita con su trabajo fotográfico, Santiago Hernández, en justo pago a su generosidad al compartir con todos nosotros la belleza que es capaz de atrapar en un segundo de sus pateos por nuestros montes, algo que yo no puedo disfrutar salvo a través de su cámara.
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